¿Por qué nace Bold Factory?

Pablo López
Pablo López

2023-10-15

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Industria 4.0, IoT, gemelo digital, blockchain… En los últimos diez años ha habido un bombardeo constante de estos términos, y pareciera que la industria española ha dado un triple salto en cuanto a digitalización, pero si uno se acerca a ver la realidad de la PYME industrial, podrá apreciar que el Excel y el papel siguen estando a la orden del día.

Existe en mi opinión una gran desconexión entre la realidad y las promesas de revolución tecnológica. En muchos casos, siento que todavía estamos en las etapas iniciales de la industria 3.0, centrada en la informatización y automatización. Y no pasa nada, pero hay que dejar de tapar las vergüenzas.

Si, a pesar de ello, tenemos empresas competitivas tanto a nivel nacional como internacional, no es un problema, sino una gran oportunidad. Imagina el salto que podríamos dar si de verdad adoptásemos estas tecnologías prometidas y el impulso en productividad que nos pueden proporcionar…

Creo que cualquier empresario o gestor estará de acuerdo en que optimizar las operaciones en una empresa industrial no es fácil. Coordinar las compras a proveedor (con sus habituales retrasos y roturas de stock), la planificación y la ejecución de la producción para que todo funcione cual reloj suizo y sin problemas de calidad es una tarea titánica, por no decir imposible de llevar a cabo sin la ayuda adecuada.

Esto desde luego no es nuevo, llevamos desde los 90 con la aparición de los primeros ERP intentando solucionarlo, pero no acabamos de dar con la tecla. Hay muchísimos ERP en el mercado, algunos profundizan más en el mundo de la fabricación y otros menos, algunos se centran en un solo sector y otros son más generalistas. En la cúspide de estos generalistas tenemos a gigantes como SAP, Netsuite o Microsoft Dynamics.

El problema sigue siendo que los ERP parten de la parte financiera (que es muy similar entre todas las empresas) y desde ahí se expanden hacia las operaciones, empezando por el almacén (con bastante éxito), la planificación, el mantenimiento, y solo circunstancialmente se meten en el core de una empresa industrial: la fabricación.

¿Por qué? Pues obviamente porque es complicado, y porque es el elemento más diferente entre empresas de diferentes sectores, lo que hace más difícil hacer una abstracción funcional para todas.

Pero llegaron los 2000 y empiezan a aparecer lo que conocemos como MES (Manufacturing Execution System). Estos sí ponen la fabricación en el centro, pero nacen como una capa de comunicación entre un ERP y un sistema SCADA o similar: son algo accesorio, y que además ignora el resto de departamentos.

Como consecuencia de ello, han ido evolucionando en la línea de gestión sobre la automatización, y la da por sentado. Si lo sumamos a un diseño que ya se ve obsoleto hoy en día, y a modelos de precios que son prohibitivos para empresas pequeñas, tenemos la receta para el desastre.

Este es precisamente el hueco que viene a cubrir Bold Factory: una solución centrada en dar una experiencia de usuario digna del siglo XXI, sin requerir grandes inversiones iniciales, y con flexibilidad total de cara a adaptarse al grado de automatización (o no) de cada empresa.

La ambición no es únicamente crear un sistema MES tradicional, sino combinar esto con la gestión de almacenes, la planificación de la producción de las compras, la gestión del mantenimiento… Es decir, cubrir de forma integral las necesidades operativas de una PYME industrial.

Si todo esto te suena familiar y estás interesado en saber cómo Bold Factory puede transformar las operaciones de tu empresa, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

Future is now. Be brave, be Bold.

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